miércoles, 26 de agosto de 2015

Gracias.

Simplemente gracias. Yo creo que es la mejor palabra que existe, después del perdón, porque aunque uno nunca olvide, un perdón y un gracias, es lo más lindo que hay. Si bien no cambia los hechos, cambia la situación, cambia la trama, cambia el desenlace de la vida, bah... de la mía al menos. Creo que necesitaba eso, si bien, nunca escribi pensando en que iba a llegar a algo, creo que llegue a algo mucho más importante de lo que hace mucho tiempo no llegaba, un emoticon, una risa, me hace bien. Se trata de distinguir lo que vale de lo que no vale la pena, si bien estaba bien, estoy mucho mejor. Y yo me llevo lo más lindo, ya no me acuerdo tanto de lo feo, porque lo feo lo tenía guardado en la memoria de mi celular, y la memoria que más me importa es la de mi corazón y mi cerebro claramente, por más cursi que suene la parte del corazón. Borrón y cuenta nueva? Si, la hice hace tiempo... pero en cada rincón de Montevideo, tengo un recuerdo diferente, y son todos lindos, esos recuerdos también me hacen bien, dejaron de hacerme mal, porque todo lleva su lección, TODO. A los golpes se aprende, GRACIAS.

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